El reloj de sol es un instrumento que utiliza la sombra dada por el sol para indicar la hora. En general, un reloj solar se compone de un estilo, también llamado estilete o gnomón y de una superficie, el limbo, que es la que recibe la sombra del estilo. Esta zona lleva las inscripciones que utiliza la altura del sol para leer la hora.
El reloj de sol es el instrumento más antiguo para medir el tiempo, es decir el paso de las horas, minutos y segundos. El observador conoce la hora actual a través de la sombra proyectada por un gnomon o varilla sobre una superficie con una escala horaria relacionada con la posición diurna del sol.
El funcionamiento de un reloj de sol se basa en el movimiento de la Tierra alrededor del Sol, por lo tanto estamos ante un objeto de cálculo astronómico y por lo tanto un instrumento de precisión, el cual tendrá que estar diseñado en función del ángulo de la rotación e inclinación de la Tierra.
El Sol da una vuelta completa de 360 º en un día de 24 horas, así que cada hora recorre 15 º girando, como toda la esfera celeste, alrededor del eje del mundo. Si se coloca una barra paralela al eje de la Tierra y un plano perpendicular a esa barra, las sombras de ésta avanzarán sobre el plano con la misma regularidad que el Sol: cada hora la sombra se desplazará 15º.
Este es el fundamento de todos los relojes de sol.
Para fabricar un reloj de sol que marque correctamente las horas debemos corregir los "defectos " de latitud" , inclinación respecto al eje terrestre y de orientación. El reloj debe tener un ángulo perpendicular de 90º con el ecuador, corregido dependiendo de la latitud donde nos encontremos.
La orientación debe hacerse hacia el sur geográfico (no magnético) y siempre de la mano de una brújula, la cual puede ir incorporada o no en el mismo reloj.
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