La sangre es indispensable para vivir. Al donar estás ofreciendo una oportunidad de vida a personas que han sufrido alguna enfermedad o accidente. No esperes a que haya una emergencia en tu familia para acudir a donar: tu sangre debe ser sometida a diferentes pruebas y procesos para poder ser utilizada.
En 1981, la Organización Mundial de la Salud (OMS) exhortó a los países a obtener autosuficiencia de sangre y componentes plasmáticos de donadores no remunerados; desde entonces, cada país ha desarrollado diferentes estrategias.
En México a partir de la epidemia del VIH/SIDA en 1987 se prohíbe la comercialización de la sangre (donación remunerada). Un año después, el 25 de agosto de 1988 se instituye a nivel nacional el Día del Donador Altruista de Sangre con el objetivo de reconocer la importante labor de todas aquellas personas que dan un poco de su sangre para ayudar a los demás.
El 25 de agosto de 1987 se prohíbe la donación de sangre remunerada y se establece en el artículo 327 de la ley general de salud, la no comercialización de la sangre.
En nuestro país, se depende de la donación de familiares o de amigos para el abastecimiento y autosuficiencia, por lo que se trabaja para generar conciencia sobre la importancia que tiene este tipo de donación voluntaria, altruista y de repetición, como la fuente más segura para los pacientes que requieren de una transfusión sanguínea.
Este 25 de agosto, fecha en que se conmemora el “Día del Donador Altruista” es un buen momento para reflexionar sobre la importancia de ayudar a quien más lo necesita tomando en cuenta que la sangre no se puede fabricar y su presencia y almacenamiento en hospitales es indispensable.
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