domingo, 14 de octubre de 2018

Recordando la tragedia del tren peregrino



La peor tragedia de Saltillo

Sucedió hace 46 años cuando un tren que se descarriló, enlutó a la ciudad; cientos de peregrinos perdieron su vida en el peor accidente ferroviario del país.

El descarrilamiento ocurrió minutos después de las 23:00 horas del 5 de octubre de 1972, a cinco kilómetros al sur de la ciudad, cuando el tren con 22 carros arrastrado por las máquinas 8405 y 8404 venía hacia Saltillo, proveniente de Real de Catorce, donde se celebran las fiestas en honor a San Francisco de Asís.

En aquella tragedia un número indeterminado de personas perdieron la vida –hay quien asegura que fueron más de mil, las cifras oficiales señalan 234.

El tren de la muerte, estaba compuesto por 16 vagones de pasajeros con su respectiva maquina los cuales tenían un peso de 35 mil kilogramos cada uno, más aparte la maquina que pesaba alrededor de 500 toneladas. Hablamos de más de mil toneladas que esa noche del 4 de octubre de 1972 venían circulando por las vías cubriendo la ruta Real de Catorce- Saltillo.

Incluso, hasta ahora se mantiene la versión de que el accidente se produjo por una falla técnica: debido a lo viejo de los vagones no funcionaron los frenos y por la pronunciada pendiente del tramo de Carneros a Saltillo, el convoy alcanzó una velocidad de 120 kilómetros por hora, mientras que lo permitido para esas curvas es de 60 kilómetros por hora.

Un peritaje de personal de Comunicaciones y Transportes advirtió sobre las condiciones de las zapatas, lo que indicaba que no funcionó el sistema de frenado.

Supuestamente en los vagones de pasajeros cabían sentados 80 personas, pero debido a que hubo reventa de boletos fácil, viajaban 120 personas en cada vagón, los que sumados en cada uno de los vagones daban un total de 1920 personas, pero de este montón las autoridades federales minimizaron la cantidad y hablaron de que eran pocos los viajantes y al final de las tareas de rescate dieron la cifra oficial de 234 muertos. 

En ese entonces, el director de Ferrocarriles Nacionales era Víctor Manuel Villaseñor, quien llegó a Saltillo para ordenar la investigación e incluso "fabricar”culpables, que en ese entonces fueron los integrantes de la tripulación: maquinista, Melchor Sánchez Echeverría; conductor, Jesús Rocha Sánchez; fogonero, Ignacio González García Carrizales; garroteros, Juan Picón Alvarado y Vicente Martínez Torres (este último falleció en el accidente).

A estas personas se les acusó de estar ebrios y además los acompañaban mujeres. El viernes 6 de octubre fueron ingresados a la Penitenciaría Estatal, que se encontraba en el actual edificio de la Secretaría de Finanzas.

Aunque el resultado del primer análisis de sangre reveló que no habían consumido alcohol, los directivos de Ferrocarriles Nacionales se las ingeniaron para "fabricar” los delitos imprudencia grave con resultado en ataque a las vías generales de comunicación, homicidio, lesiones y daños en propiedad ajena, y se les dictó una condena de ocho a 18 años de prisión. Años más tarde fueron absueltos.

Los periodicos publicaron el sábado 7 de octubre una declaración de Villaseñor, donde daba a conocer los resultados de los análisis de sangre, donde constaba que no andaban ebrios.

En la maniobra se intentó obligar al entonces director del Hospital Ferrocarrilero, Luis Morales Benavides, a firmar un dictamen médico en donde constaba que los integrantes de la tripulación iban ebrios. Ante la negativa fue cesado de su cargo. Se impuso la ética del médico saltillense y la historia le reconoce su apego a la ética profesional.

Total, que el tren con sus 16 vagones llenos a reventar con más de mil toneladas de peso, empezaron a rodar de bajada y se dice que esas paralelas tienen pendiente descendente de 3.75 hacia el norte, hasta que se hizo incontrolable por el maquinista y el conductor y al llegar al puente Moreno las pesadas unidades cayeron unas sobre otras, provocando el fallecimiento de mas de mil personas. Lo peor fue que las llamas hicieron presa de los peregrinos y dantesca era la visión donde los llantos y los gritos de los atrapados, quienes a la ves clamaban ayuda, y tiempo después hubo la llegada de miles de voluntarios como policías, bomberos, socorristas de la cruz roja, elementos del ejercito nacional asi como civiles, y titánicas eran las labores para sacar a los cientos de accidentados que estaban atrapados entre los hierros retorcidos.

Mas de 250 cuerpos fueron rescatados y embolsados, y conforme fueron reclamados por sus familiares, muchos de los cuerpos no rescatados quedaron dentro del tren de la muerte y ahí bajo el puente citado fueran sepultados con todo y vagones. 

En ese tiempo Saltillo contaba con 190,994 habitantes y sus hospitales no se dieron abasto para la magnitud de la tragedia. Sólo existían las clínicas Saltillo (en Aldama y Xicoténcatl), del ISSSTE y la Uno del Instituto Mexicano del Seguro Social, así como el Hospital Universitario y el Hospital Ferrocarrilero (donde ahora está la Clínica 73 del IMSS), por lo que fue necesario trasladar pacientes a Monterrey y Torreón.

Este Accidente Ferroviario quedo para la historia y que la noticia con el nombre de Saltillo dio la vuelta al mundo.









Fuente y fotografías: https://www.debate.com.mx/mexico/El-tren-de-la-muerte-hoy-hace-45-anos-de-fatal-accidente-20171005-0244.html

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