miércoles, 17 de abril de 2019

La Procesión del Silencio del templo San Francisco de Asís 2018


El próximo Viernes Santo en el templo San Francisco de Asís, se tiene programada la Procesión del Silencio, a las 8 de la noche partirá hacia el poniente de la calle Benito Juárez, posteriormente hacia la calle Miguel Hidalgo al norte hasta Juan Aldama al oriente, y retomar General Cepeda hacia al sur.

La procesión de silencio se realiza por advocación a la virgen de Nuestra Señora de la Soledad, figura religiosa que representa a María cuando, después de sepultar a Cristo, se queda sola reflexionando sobre el destino de su hijo.

Ahí comienza su espera a la resurrección.




La Procesión del Silencio en el 2013 (vídeo)


La Procesión del Silencio en el Viernes santo de 2013, de la Iglesia de San Francisco a la Catedral de Santiago del Saltillo

Busto de la Décima Musa Mexicana Sor Juana Ines de la Cruz


Este 17 de abril se conmemora el 324 aniversario luctuoso de Sor Juana Inés de la Cruz, máxima exponente de la literatura hispanoamericana del siglo XVII, y la última gran poeta de los Siglos de Oro en español.

Un día como hoy pero del año 1695, falleció en la ciudad de México, la religiosa católica, poetisa y dramaturga mística mexicana, Sor Juana Inés de la Cruz, la "Décima Musa Mexicana". Fue una gran exponente cuya obra dramática va de lo religioso a lo profano.

En las fotografías se ve el busto de la poetiza que se ubica en uno de los pasillos de la Alameda Zaragoza en Saltillo, Coahuila



17 de abril de 1695 - Muere la poetisa y escritora Sor Juana Inés de la Cruz



Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, nació en 12 de noviembre de 1651 en San Miguel de Nepantla, Amecameca. Fue una niña muy precoz, a los trece años fue llamada como dama de la esposa del virrey Mancera, lo que ayudó a su formación humanística.

A los diecisiete años domina –dice el hispanista y romanista alemán Karl Vossler– "…el difícil estilo culterano y está igualmente bien versada en todos los géneros y métricas de la literatura española".

Entra a un convento a los dieciséis años. Toma esta decisión ya que era la única opción que tenía una mujer para poder dedicarse al estudio, según ella misma dice, “para la total negación que tenía al matrimonio era lo más decente que podía elegir en materia de la seguridad de mi salvación”.

El 24 de febrero de 1669 tomó los votos definitivos y se convirtió en Sor Juana Inés de la Cruz. En el convento escribió la mayor parte de su obra y alcanzó la madurez literaria, pues pudo compartir sus labores de contadora y archivista del convento con una profunda dedicación a sus estudios. Declinó dos veces el puesto de abadesa, que le fue ofrecido.

Sor Juana se dio a conocer con rapidez, y fue solicitada con frecuencia para escribir obras por encargo: décimas, sonetos, liras, rondillas, obras de teatro, etc. Sus motivos variaron siempre de lo religioso a lo profano.

En plena madurez literaria, criticó un sermón al padre jesuita Antonio de Vieyra, –con La Carta Atenagórica– sosteniendo lo relativo a los límites entre lo humano y lo divino, entre el amor de Dios y el de los hombres. Esto dio motivo a que el Obispo de Puebla, D. Manuel Fernández de Santa Cruz, con el seudónimo Sor Filotea de la Cruz, le escribiera pidiéndole que se alejara de las letras profanas y se dedicara por entero a la religión.

Sor Juana se defendió en una larga misiva autobiográfica, en la cual abogó por los derechos culturales de la mujer y afirmó su derecho a criticar y a impugnar el sermón. No obstante, obedeció, y entregó para su venta los cuatro mil volúmenes de su biblioteca, sus útiles científicos y sus instrumentos musicales, para dedicar el producto de ellos a fines piadosos.

Cuatro años más tarde durante una epidemia, atendiendo a sus hermanas enfermas de fiebre, se contagió y murió el 17 de abril de 1695 en la Ciudad de México.



Saltillo - Leyenda El Callejón del Truco (Vídeo)


martes, 16 de abril de 2019

La Leyenda del Callejón del truco


Leyendas de Saltillo: "El Callejón del Truco"

Ubicado entre la calle Real, ahora Hidalgo, y la calle del "Cerrito", actualmente Nicolás Bravo, está el callejón del Truco, denominado también De Santos Rojo; a un costado se encuentra la Capilla del Santo Cristo.

Hace más de cien años, en ese lugar un individuo de origen francés de oficio pastelero, se ponía en la plaza principal para vender su mercancía. A la hora de las ánimas establecía su puesto: un brasero; una mesita de madera; una canasta de palma llena de pasteles para ser horneados y servirlos calientes; un arpillera con carbón vegetal; una tinaja de barro que servía de horno ambulante y que se colocaba sobre el brasero, y un velón de hojalata, sobre un pie, con depósito de sebo y su mecha de borra de algodón.

Un día el Alcalde ordenó que se quitara de allí porque daba mal aspecto con su cocina ambulante; el pastelero se fue y se instaló cerca de ahí en la esquina de la misma calle real y el callejón que hoy se llama del Truco.

Este nombre nació, del pregón del pastelero: "Pasen marchantes; aquí hay ricos pasteles y trucos a cinco por un real". Los trucos consistían en una especie de tubos de harina con alguna preparación especial, que al ponerse al fuego, se rellenaban por si solos de una pasta melosa con natural sabor a frutas que era muy gustada y apetecida.

Alguien pregunto al pastelero, que por qué le llamaba trucos a aquellos panes.

-Le parece a Ud. poco el truco, -le contestó- de que meta yo un pedazo de harina dentro de la tinaja y resulte lo que usted está saboreando?-
Desde entonces se conoce aquel Callejón con el nombre del Truco.

Lo curioso del caso es, que según se cuenta, el pastelero de los trucos emigro poco tiempo después de Saltillo, se estableció en la ciudad de México con el mismo negocio y fue uno de los ciudadanos franceses, cuyas perdidas, multiplicadas hasta lo inverosímil, originaron la invasión francesa de 1838, que se llamó la "Guerra de los pasteles".

De Froylán Mier

16 de abril: Inicia la Guerra de los Pasteles



El 16 de abril de 1838 inició el primer conflicto bélico entre México y Francia, llamado Guerra de los Pasteles y culminó el 9 de marzo de 1839.

Tambien es conocida como la primera intervención francesa.

Entre otras causas, surge a partir del reclamo de un pastelero francés, Remontel, cuyo negocio es saqueado y arruinado, por oficiales mexicanos.

El diplomático inglés, Richard Pakenham, logra un tratado de paz entre México y Francia en el que se acuerda el pago de las indemnizaciones reclamadas por Francia y las fuerzas francesas comienzan su retiro el 9 de marzo de 1839.

De los hecho se tiene que un grupo de milicianos mexicanos se detiene en el comercio de un repostero francés de apellido Remontel en las afueras de la ciudad de México y se niegan a pagar por unos pasteles que han consumido y luego saquean el negocio del comerciante francés.

El embajador de Francia, el barón Deffaudis, exige una desproporcionada indemnización de 60.000 pesos para Remontel, demanda que es rechazada por el gobierno mexicano del presidente Anastasio Bustamante.

Considerándose afrentado - pero con el deseo oculto de intervenir en México - Deffaudis viaja a Francia y regresa junto a una flota de guerra para reclamar la indemnización.

Como el asunto no se resuelve, la flota francesa bloquea los puertos mexicanos del Atlántico desde el 16 de abril y apresa las naves de ese país que encuentra a su paso. La persistente negativa mexicana provoca el envío de más naves desde Francia y el bombardeo del fuerte de San Juan de Ulloa y de la ciudad de Veracruz. México accede a pagar 600.000 pesos a Francia a cambio de un acuerdo de paz.