Es conocida entre la gente cierta simbología atribuida a estas estatuas, concretamente, a la posición de las patas de los caballos.
Se dice que si el animal está erguido sobre sus patas traseras dejando las delanteras en el aire quiere decir que su jinete murió en combate. Si es solo una la que está suspendida en el aire significa que el jinete murió por heridas recibidas durante un combate y si las cuatro patas reposan todas en la superficie, el deceso fue por causas naturales.
Pero, ¿es esta leyenda popular cierta? Veamos el ejemplo de la estatuas ecuestres en Saltillo del General Ignacio Zaragoza.
El personaje, recordado principalmente por la famosa Batalla de Puebla, murió de fiebre tifoidea. Como se ve en la foto, el monumento que lo recuerda presenta a un caballo con la pata izquierda más alta y flexionada, lo que, de acuerdo a lo dicho se supone que falleció por heridas recibidas durante un combate, lo que equivale a pensar que la fiebre que lo mató fue originada en campaña, esto es en los campos de batalla.
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