La relación entre la Rosca de Reyes y el Día de la Candelaria surge en España, a partir de la mezcla cultural que tuvo lugar durante La Conquista (1518 y 1521).
La tradición se llevaba a cabo en todo Mesoamérica, zona relacionada con la cultura del maíz, en la que conviven diferentes cosmovisiones, por un lado, la base alimenticia impuesta por el maíz y, por otro lado, la impuesta por la Iglesia.
"El atole y los tamales simbolizan al Niño Dios, es decir, al dios joven del maíz.
Además, en Xochimilco dicen que la forma en la que se envuelven, es la manera en la que se cubre a los niños o se les ponen los pañales".
La elaboración de tamales el 2 de febrero representa un ritual en el que la ingestión del alimento elaborado con maíz representa una convivencia con el Dios Joven del Maíz o el Niño Dios.
En la tradición indígena es el día que se llevan a bendecir las mazorcas que servirán de semillas en la próxima siembra.
Para las culturas mesoamericanas, "el maíz es el paradigma de la concepción de la vida en Mesoamérica, es una figura que nace con una gran esperanza, tiene un ciclo y muere para ser enterrado y volver a nacer".
Mientras que la costumbre popular es que a las personas que les toco el “niño” de la Rosca de Reyes el 6 de enero, se les obliga a invitar a sus amigos atole y tamales el 2 de febrero.